sábado, 2 de diciembre de 2017

ABRACADABRA


No es fácil realizar una película en la que convivan varios géneros, sobre todo con algunos tan dispares como el terror, la comedia, el romance e incluso el gore. Todos estos géneros y algunos más ha reunido el director Pablo Berger para su tercera película: 'Abracadabra', una comedia a simple vista pero que en el fondo esconde mucho más.

La premisa de la película ya habla por sí sola, en ella nos encontramos con Carmen (espléndida Maribel Verdú), una ama de casa del barrio madrileño de Carabanchel, que vive totalmente sumisa a un marido que solo parece importarle el fúbol (Antonio de la Torre repitiendo un rol ya muy visto en él), con la única complicidad que la de su hija adolecesente. Después de una sesión de hipnosis, aparentemente inofensiva, Carmen descubrirá que su marido actúa de forma extraña, por lo que con la ayuda de su primo (un convincente José Mota) descubrirán que su marido en verdad está poseído por un espíritu maligno, que para más inri está enamorado de ella.

Con tal argumento, bizarro donde los haya, hay que tener muy claro como y de que forma enfocar esta trama, ya que al mínimo descuido se podría caer en lo bufonesco. Y en parte lo consigue, sobre todo por la gran labor de Verdú, que sostiene practicamente toda la película, y por otra parte el buen hacer de Beger tras la cámara, pero es una pena que en el último acto (que da paso a una visita a un hospital) la película caiga en los terrenos de la posesión y la psicodelia más desconcertantes. Hasta ahí hay que admitir que la película, aunque con sus altibajos, se puede seguir perfectamente y ver en ella una coherencia tanto en el tono como en la mezcla de géneros.

Por una parte su humor funciona perfectamente, ahí De la Torre y Mota juegan un papel muy importante, tambien destacando al genialmente sobreactuado Julián Villagrán como agente inmobiliario. Otros personajes sin embargo no tienen la fuerza esperada, como el personaje del Dr. Fumetti interpretado por  Josep Maria Pou, un eurdito en esto de la hipnosis que se siente un tanto cliché. 

Luego tenemos el terreno del romance, que practicamente se explota en dos escenas, una cerrando la película y otra que es verdaderamente mágica, con Verdú y De la Torre marcándose unos pasos de baile en una pseudo discoteca al ritmo de 'Abracadabra' de Steve Miller Band, para más tarde dejarse llevar por el precioso tema 'I'm Not In Love' de 10cc. Hay que destacar la banda sonora, que va desde las anteriormente nombradas, hasta pasar por Mike Oldfield y Camilo Sesto (en versión Tu cara me suena), incluso habrá cortes que nos recordarán a películas como Drive o El Expreso de Medianoche, al utilizar los clásicos sintetizadores ochenteros.

Berger también coquetea con el terror e incluso el gore, siendo el género peor utilizado en la película, ya que hace desconectar por completo al espectador con lo anteriormente visto. Por suerte el cineasta no abusa de estas escenas, como tampoco de los momentos más bizarros de la historia (todo el final), en los que ahonda en la hipnosis mucho más.

Pero si hay algo que diferencia a esta película de otras "comedias" españolas, es su arriesgado final, que practicamente rompe con todo y transforma toda la película en un alegato, dejando a un lado las risas y los momentos cómicos.

Como tal tenemos una película divertida en su mayoría, con buenos actores, erigiéndose entre todos ellos una Verdú muy convincente como madre choni sufridora, una trama original cuanto menos, y un final que hace reflexionar y que se desmarca de las típicas comedias españolas de risa fácil. Lástima de esos altibajos y cambios de género que hacen que que en varias ocasiones se desconecte de la historia. Una película interesante cuanto menos.  

NOTA: 6'5/10


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